Las obras que componen la serie Éramos esperados proponen una reflexión sobre las perspectivas políticas de la Argentina del siglo XX. En ella la imagen de la bandera argentina flameando es recurrente y hace referencia a la primera filmación en este país. Esta imagen fundacional, tan identitaria como incierta, se vincula con otras imágenes de archivo para generar montajes conceptuales. Los proyectores desde potentes maquinas de cine de 35mm a la fragilidad del Super 8 son parte fundamental de la composición de cada obra. También es esencial articular con ellos las imágenes proyectadas, las mesas, los andamios, los dispositivos mecanizados, la estructuras de circulación de la película y la propia película que sale de los proyectores para volcarse en el espacio y así describir figuras y superficies. Son diseños complejos realizados con materiales de naturalezas diversas, que el espectador descubre progresivamente en el encuentro con cada obra.